Cuando eliges venir a un retiro de silencio, estás eligiendo la mejor compañía: la tuya.

El silencio te adentra de lleno a un viaje interno, donde el único protagonista eres tú

El retiro de silencio es un tiempo para «no hacer». Desmonta la ilusión de que tienes que hacer “algo”.

Confirmarás las teorías que seguramente ya conoces, como por ejemplo: que todo empieza en ti, que no hay nada fuera, que tu sufrimiento lo crean tus pensamientos, no las situaciones, ni las personas de tu vida.

Durante el retiro de silencio, te apartas del ruido externo, para estar en contacto contigo y poder escucharte sin posibilidad de evadirte.

En este retiro de silencio observas todo lo que te cuentas a ti mismo, en tu “emisora” particular: tu mente.

Durante el retiro de silencio, sintonizas con todo lo que vive anestesiado en ti y te abres a experimentar lo que estás viviendo realmente y no lo que te imaginas.

Estar en silencio es una práctica esencial, para vivir en el aquí y ahora.

En un retiro de silencio conectamos con experiencias muy profundas que tienen que ver con nuestro inconsciente, para ponerles conciencia y claridad y ser más libres para elegir y no estar repitiendo bucles en las relaciones, por hábito.

El silencio nos muestra que “somos esclavos de nuestros hábitos”, para poder ser más libres y ser lo que eres, sin necesidad de hacer nada.

Confiar en Ti y en tu potencial humano, nace de tu escucha a través del silencio. Confía, crea, siente, sal del hacer y empieza a SER.

Concédete una pausa, eres tú quien dirige tu vida. Silénciate para escucharte y poner tu brújula a funcionar.